Paul Offit es un pediatra especializado en enfermedades infecciosas. Él es el co-inventor de la vacuna contra el rotavirus la cual ha salvado la vida de cientos de niños a diario. A pesar de los grandes logros académicos y humanitarios, en los círculos del autismo, Paul Offit tiene la dudosa distinción de ser aclamado tanto como un héroe y un villano. ¿Por qué?

En los Estados Unidos el Dr. Offit tomó la iniciativa en el debate de la falta de la ciencia detrás de la afirmación de Andrew Wakefield (ver : http://www.medscape.com/viewarticle/735439 ) con respecto a la vacuna triple viral (MMR) y su papel causal en el autismo. Aquellos que ciegamente aceptan los argumentos del Dr. Wakefield están ciertamente amenazados por la lógica del Dr. Offit (ver http://www.whale.to/v/offit1.html ). Todavía me acuerdo de un participante hace varios años atrás en AutismOne que terminó su presentación de PowerPoint ofreciendo una analogía entre el Dr. Offit y los criminales de guerra nazis. Su mensaje era bastante claro y constituía una amenaza física en contra del Dr. Offit.

Figura: Paul Offit, MD, jefe de enfermedades infecciosas del Hospital de Niños de Filadelfia y el catedrático Henle para enfermedades inmunológicas e infecciosas en la Universidad de Pennsylvania Escuela de Medicina.

Como pertenezco a varios consejos asesores de autismo y listas de servidores, el libro de Paul Offit ha entrado en discusión en múltiples ocasiones. Algunas personas han demonizado la publicación del libro y piensan que la intención del autor constituye un ataque directo a sus personas e ideas (esto todavía puede ser el caso si usted es Mehmet Oz, Suzanne Sommers, o Jenny McCarthy).

Decidí leer el libro con el fin de tener una opinión informada sobre el mismo El libro esta muy bien escrito en prosa sencilla y fácil de entender. Me llevé el libro conmigo hace unas semanas mientras estaba de viaje y fui capaz de leer él mismo durante mi parada en un aeropuerto (tuve unas10 horas de ocio en una escala en Moscú). Al final, encontré el vitriolo de las críticas negativas infundadas. La mayor parte del libro no trata sobre el autismo, ni sobre la vacunación. Es una crítica un tanto tenue de la medicina alterna que termina diciendo que hay un lugar en la práctica clínica actual, tanto para las intervenciones de medicina tradicional y las alternas. Sin embargo, «los compradores tengan cuidado», cualquiera que pretenda perseguir la medicina alterna debe hacer bien en investigar la misma.

A lo largo de su libro, Paul Offit examina la eficacia de las terapias alternas organizadas profesionalmente (por ejemplo, la medicina quiropráctica, homeopatía ) y no se complace en la discusión de muchas otras intervenciones (por ejemplo, aromaterapia). La dicotomía entre lo que se sabe acerca de cada intervención alterna y de su aceptación por la sociedad es sorprendente. La mayoría de las personas son conscientes de los daños potenciales de las intervenciones quiroprácticas y los argumentos científicos sin sentido que se utilizan para vender las mismas. Decenas de personas mueren cada año a consecuencia directa de las intervenciones quiroprácticas. A pesar de todo esto los procedimientos quiroprácticos son parte de la atención primaria de salud en un porcentaje importante de la población. El ascenso y la caída del laetril (una sustancia química que se encuentra en las semillas de albaricoques que tenía fama de tener beneficios contra el cáncer) parece tan lejano y absurdo que la mayoría de nosotros creemos que nunca podría volver a ocurrir. Sin embargo, las curas absurdas todavía abundan. ¿Has oído hablar de los enemas de lejía para el autismo? Los remedios homeopáticos no tienen ninguna base científica y actúan principalmente como placebos. Sin embargo, hay decenas de escuelas de homeopatía en todo los EE.UU., algunas de las cuales (como era de esperar) combinan su tratamiento con manipulaciones quiroprácticas. Los antioxidantes que se han aclamado como el primer paso en nuestra lucha contra el envejecimiento, pueden aumentar las probabilidades de que una persona desarrolle cáncer. Se necesita la oxidación en muchos pasos bioquímicos importantes a fin de mantener el equilibrio metabólico de nuestro cuerpo. Un lío con el equilibrio metabólico del cuerpo y cosas malas pueden suceder. Aún así, a pesar de todas las advertencias posibles el campo de juego está amañado para que las intervenciones alternas hagan más daño que bien.

Dr. Offit ha propuesto cuatro formas en las que la medicina alterna puede ser un detrimento:

» … Previniendo el uso de terapias convencionales que son de utilidad.»
» … Mediante la promoción de tratamientos potencialmente dañinos sin advertencia adecuada.»
» … Mediante el drenaje de las cuentas bancarias de los pacientes, …»
» … Promoviendo el pensamiento mágico, …»

Figura: Steve McQueen, actor Norteamericano, persiguió tratamientos alternos para su cáncer en México. Las intervenciones incluyeron enemas de café, laetril, inyecciones de células vivas de diferentes animales, etc. Las intervenciones todas resultaron ineficaces.

En «Do You Believe in Magic» Dr. Offit narra la doble moral que nuestra nación ha desarrollado para juzgar la seguridad y eficacia de medicamentos. Tenemos al FDA y numerosas juntas médicas que proporcionan datos sobre la seguridad y eficacia de los medicamentos, pero nada que nos proteja en el campo de la medicina alterna. En efecto, los políticos, en lugar de profesionales de la salud, son los que toman las decisiones relacionadas a las medicinas alternas. Los políticos equiparan el derecho de perseguir a intervenciones alternas al mismo nivel que la libertad religiosa. El público, por lo tanto no está protegido contra los proveedores de medicina alternas y tienen poca oportunidad de presentar denuncias contra los practicantes de las disciplinas las cuales carecen de códigos y sanciones disciplinarias formales.

En general el libro «Do You Believe in Magic » es una excelente lectura. El mensaje final es desacreditar la forma de pensar que porque algo es » natural» también es seguro y probablemente mejor que las drogas farmacéuticas. Esto simplemente no es el caso. Al final la medicina alterna puede ser un nombre inapropiado. «No hay tal cosa como la medicina alterna Sólo hay medicina que funciona y medicina que no» (Paul Offit ).