Este es el último de una serie de blogs escritos sobre la dieta cetogénica. Los dos primeros describieron el transfondo histórico de la dieta (http://bit.ly/11Q9HWX) así como algunas consideraciones metabólicas de importancia (http://bit.ly/1rlsPRJ). Éste blog se encargará de explicar la manera de implementar la dieta.
Alrededor de un tercio de individuos autistas padecen de convulsiones refractarias a tratamiento medico. La falta de respuesta a medicamentos se define como la incapacidad de mejorar luego de, al menos, 2 ensayos realizados adecuadamente de medicamentos anticonvulsivos. Las convulsiones refractarias a tratamiento son de importancia en predecir factores de prognostico para el paciente epiletico. Un ejemplo citado comúnmente es que el inicio de las convulsiones en casos refractarios a tratamiento se produce a una edad más temprana que en personas con convulsiones controladas. La falta de control de las crisis se ha asociado a un mayor retraso motor, dificultades en el lenguaje, un coeficiente intelectual reducido, dificultades en la vida diaria, regresión y deterioro social. Es importante controlar las convulsiones ya que ataques prolongados pueden provocar daño cerebral e incluso la muerte. En cierta manera las convulsiones una vez ocurren engendran más convulsiones y hacen que el cerebro establezca conecciones inapropiadas.
La dieta cetogénica es uno de los tratamientos más antiguos conocidos para la epilepsia y uno de los más eficaces; sin embargo, es difícil de implementar. De hecho, con el fin de seguir la dieta cetogénica es necesario establecer un modo positivo de pensar. Hay que pensar en la dieta como una opción saludable, una que reducirá su riesgo a enfermedades del corazón y normalizara sus niveles de triglicéridos.
La dieta se inicia normalmente con un período de ayuno, mientras que el individuo es monitoreado en un hospital para posibles efectos secundarios como vómitos y deshidratación. Los beneficios, si alguno, se observaron al cabo de unos meses. Si se juzga ser de beneficio la dieta normalmente se continua por 2 años. Durante este periodo de tiempo los medicamentos anticonvulsivos pueden ser reducidos o eliminados. Los beneficios de la dieta se mantienen después de que la misma se descontinua (http://bit.ly/1y6zrZI).
Hay dos fases a seguir en una dieta cetogénica. La primera, o la fase de inducción, tiene una duración de aproximadamente una semana. Se tarda aproximadamente una semana en agotar los almacenes de azúcar en el hígado y otros lugares. Es sólo después de esta fase que la dieta se puede convertir en cetogénica.
Durante la fase de inducción la persona puede quejarse de hambre. Las dietas altas en grasas pueden evitar la sensación de saciedad y pueden animarle a comer en exceso. El consumo de carne promueve la plenitud y la dieta cetogénica permite sólo el consumo de bajos niveles de proteínas. Durante esta etapa inicial, hay que mantenerse pendiente para la posible deshidratación y el estreñimiento. La pérdida de peso durante esta fase inicial se debe a la pérdida de líquidos. Usted necesita líquidos para eliminar cualquier exceso de cuerpos cetónicos. Tambien hay que tener en cuenta que las grasas no tienen fibra y que la falta de las mismas combinada con la deshidratación promueve el estreñimiento.
A fin de mejorar el período inicial de adaptación o inducción, no corte las calorías. Trate de agotar las reservas de glucógeno rápidamente haciendo ejercicio, esto también va a prevenir el estreñimiento. Mantenga los niveles de proteína en jaque. Una vez que se adapte, puede reducir lentamente la cantidad total de calorías. Dele tiempo!
La segunda fase de la dieta cetogénica se inicia después de la primera semana cuando se establece la cetosis nutricional (nota: la cetosis es un marcador de que se están quemando principalmente grasas). La cantidad limitada de variedad de macronutrientes y las fluctuaciones más pequeñas de la glucosa y la insulina en sangre van a reducir el hambre. Las cetonas de por sí mismas pueden tener un efecto sobre la saciedad que esta probablemente asociado a cambios en los niveles de ácidos grasos libres. Las personas que rompen con la dieta cetogénica (por ejemplo, deciden en un capricho comer un plato de pasta después de establecer la cetosis) pueden experimentar el hambre durante la reinstitucion de la dieta. Con el fin de volver a la dieta cetogénica, se tendrán que someterse a la primera semana de adaptación.
Reglas para la dieta cetogénica:
1) Conseguir el apoyo de los que te rodean, en particular los miembros de tu familia.
2) No esquives el desayuno.
3) El alcohol, té dulce y refrescos son eliminados.
4) Comer despacio.
5) Tomar un suplemento vitamínico/mineral equilibrado.
6) Ejercicio.
7) Recuerde que se debe añadir fibra a su dieta, por ejemplo, para los carbohidratos piense en alimentos de origen vegetal, llenan mas al estomago.
8) Evite comer carnes con nitratos (carnes altamente procesadas) todos los días. Las carnes curadas pueden predisponer a la diabetes.
9) Inicialmente pesese en una base diaria (cuidado con la deshidratación). En forma similar revise su orina para cuerpos cetónicos.
10) Pida ayuda a un nutricionista o dietista.
11) Busque grupos de autoayuda.
¿Qué se puede comer?
Aceite, huevos, mayonesa, algunas salsas (sin carbohidratos), algunos tipos de queso (aquellos que no tienen carbohidratos), Coca-Cola Light, carne de cangrejo, pollo, carne de res molida, carne, salmón y siempre recuerde: el tocino es su amigo. Los hidratos de carbono se toman principalmente en verduras, frutas, frutos secos y semillas, NO en fructosa, granos o tubérculos. Usted debe evitar el gluten y rehuir de productos lacteos en la dieta cetogénica.