La capacidad para realizar múltiples tareas al mismo tiempo es de gran importancia para poder sobrellevar las exigencias impuestas por nuestra sociedad, trabajo y amistades.  Nuestro medioambiente nos bombardea con señales que son esenciales para la sobrevivencia.  No es de extrañar que, debido a su importancia potencial, la naturaleza ha encontrado que es de beneficio el almacenar y procesar constantemente esta información. En efecto, si se considera que la información es importante, la misma generará una traza de memoria que permitirá que la misma vuelva a nuestro estado de consciencia y que nos ayude a hacer comparaciones y tomar medidas adecuadas. Esta es una habilidad ejecutiva importante que nace, en parte, de una necesidad para cambiar rápidamente nuestro foco de atención. Esto es de importancia ya que enfocar intensamente nuestra atención tiende a sobrecargar nuestro sistema de procesamiento.  En efecto, el sistema nervioso central puede manejar mejor la información que le llega de un canal sensorial, ya sea del sistema visual, auditivo, olfatorio o táctil.

La memoria sensorial es una memoria a muy corto plazo que nos permite recordar cosas que se dijeron o sucedieron, pero a las que inicialmente no habíamos prestado atención. Piense sobre esto como un búfer de memoria que contiene información y compensa por nuestra incapacidad para pensar en más de una cosa al mismo tiempo. En esencia, esta memoria proporciona una opción de reproducción que nos permite revisitar eventos anteriores, al igual que una videograbadora o un DVR nos permite reproducir escenas de una película. En electrónica, esto me recuerda la capacidad de grabación de un osciloscopio y su habilidad de retratar información antes de un evento especifico. Los ingenieros electrónicos han habilitado dicha función porque a veces los eventos que conducen a un problema técnico pueden ayudar a dilucidar la causa de la misma.

La memoria sensorial nos permite prestar atención a una modalidad sensorial y luego examinar lo que la acompañó en otra modalidad sensorial (por ejemplo, visual con auditiva), combinando así las mismas y dándonos una representación completa y detallada de un evento. Sin esta capacidad, estaríamos distraídos por todos los estímulos de la vida y nuestra capacidad de codificar información en la memoria a largo plazo se vería afectada. Un defecto en la memoria sensorial nos haría vivir nuestra vida sin poder procesar información de una manera significativa.

Si se afectara la memoria sensorial de un individuo, se notaría una serie reconocible de anomalías o síntomas. Para empezar, nuestra memoria visual o memoria icónica se vería alterada. La memoria icónica nos ayuda a mantener nuestra interpretación visual del mundo intacta actuando de manera continua. La memoria icónica permite el reconstruir diferentes aspectos de un fenómeno sensorial en un todo cognitivo (concepto de Gestalt) ver http: // bit. ly / 1pkw1SA. El muestreo escaso de un fenómeno puede hacer que las diferentes señales se vuelvan indistinguibles. Esto pudiera propiciar dificultades en la categorización, es decir, en cómo se diferencian y entienden los objetos en nuestro mundo. A manera de ejemplo esto nos pudiera ayudar a comprender por qué un chihuahua y un dálmata se clasifican juntos como perros? En algunos casos, intentos para superar las dificultades en la memoria sensorial pueden resultar en repeticiones automáticas y sin sentido. Esto se manifiesta en el fenómeno de la ecolalia (repetición de vocalizaciones). Además, la información defectuosa o inadecuada limitaría la capacidad para enfocarnos en diferentes construcciones, de tomar decisiones o de resolver problemas.

Aunque todos compartimos esta incapacidad para absorber simultáneamente todos los aspectos sensoriales de una experiencia, la misma puede ser más evidente en algunas personas y bajo ciertas circunstancias. ¿Alguna vez ha tenido la experiencia de quedarse en blanco mientras mira la televisión y olvidarse de todo lo que le rodea? Este fenómeno natural es exagerado en individuos autistas. Desafortunadamente, muchas de las pruebas que se usan cuando se realiza un examen de memoria icónica requieren la cooperación de individuos y que los mismos sean de alto funcionamiento.

En algún momento del 2005, Dinah Murray escribió un artículo describiendo el fenómeno del «monotropismo» en el autismo. El artículo fue coescrito por nuestro buen amigo Wenn Lawson. El monotropismo subraya la gama restringida de intereses en el autismo, pero más importante, el hecho de que ellos tienden a prestar atención tan solo a lo que está en su túnel de atención. En un blog anterior, Wenn declaró: «Sugiero que una persona con una condición del espectro autista (CSA) pueda no entender lo que se le dice porque su «sistema de atención», que debe incluir “interés» para activarse suficiente, puede estar fuera de línea (“off line”).  Luego, incluso si su «atención» e «interés» se activan, seguirán procesando la información lentamente, pieza por pieza debido a que su procesamiento de información se hace a través de un solo canal. Con nosotros, es una cosa a la vez y nuestro sistema de «interés» debe estar a bordo. De lo contrario, podemos sentirnos abrumados con demasiada información (ruido) y nos apagarnos o cerrarnos. El usar nuestro «interés» (pasión) para construir una conexión con la comprensión es el mejor camino a seguir cuando queremos aprender algo. Esto nos permite sentirnos valorados y también nos da la oportunidad de darnos cuenta de lo que nos rodea (ver http://bit.ly/1G4cvg7)». Aunque esto representa algo similar a los defectos de la memoria sensorial anteriormente citados, las dos teorías son claramente diferentes.